LA COOPERACIÓN EN LA RED DESDE LOS PARÁMETROS DE LA INTERCULTURALIDAD


3. LA COOPERACIÓN EN LA RED DESDE LOS PARÁMETROS DE LA INTERCULTURALIDAD

Cierto es que una de las principales funciones de cualquier sistema educativo es posibilitar el desarrollo integral del alumnado. Esta tarea nunca ha sido fácil, pero podemos afirmar que hoy día se ha convertido en un reto aún mayor debido a los profundos y acelerados cambios sociales que se vienen produciendo (Esteve, 2004). Uno de los factores fundamentales de dichos cambios ha venido motivado por una creciente multiculturalidad en nuestras sociedades, que si bien nunca han sido homogéneas, dado que la diversidad cultural es algo consustancial a la propia sociedad, sí es cierto que en el caso español y en poco más de dos décadas esta presencia de personas de culturas diversas ha crecido exponencialmente, configurando una sociedad en la que se ha hecho más que evidente la pluralidad de identidades culturales. El fenómeno de las relaciones interculturales se ha convertido en un tema de máximo interés para gran número de profesionales dedicados a distintos campos de estudio. Por su parte, la educación intercultural ha adquirido la consideración de herramienta fundamental de cara a superar los prejuicios que existen hacia los grupos minoritarios, así como para conseguir una interacción cultural en el contexto educativo basada en el mutuo enriquecimiento (Merino y Ruiz, 2005). Es por ello que cuando hablamos de educación intercultural estamos planteando estrategias de innovación con la finalidad de producir cambios en los procesos educativos para que éstos se adapten tanto a las necesidades del alumnado como a las exigencias sociales del momento. En este sentido es importante poner de relieve el hecho de que la educación intercultural debe tener presente a todos los escolares y no únicamente a aquellos alumnos pertenecientes a minorías, es decir, “este tipo de educación va encaminada a conseguir en todos los alumnos, de todos los centros, a través de cualquier área y ámbito curricular, una sólida competencia cultural; es decir, una serie de aptitudes y actitudes que capaciten a todos los alumnos para funcionar adecuadamente en nuestras sociedades multiculturales y multilingües” (Jordán, 1996: 27-28).
Desafíos de la educación intercultural en la escuela | MagisterioLa escuela es un lugar privilegiado para la interculturalidad, ya que frente a las asimetrías que se dan en las interacciones en la mayoría de los ámbitos sociales, en el centro escolar podemos ejercer un cierto control sobre cómo se producen esas interacciones, donde podemos generar relaciones, marcos de participación, intercambios y prácticas que puedan desarrollarse en condiciones de razonable igualdad (Lluch y Salinas, 1997). Ahora bien, cabría cuestionarse si el curriculum que se desarrolla en nuestras escuelas es un curriculum justo e igualitario. La realidad parece indicar lo contrario, ya que el estilo de trabajo escolar, en muchas ocasiones, no se corresponde con el deseable para el fomento de una educación pluralista, en la que el desarrollo de actitudes y valores y el diálogo constante, abierto y argumentado debería ganar terreno frente a una obsesión evaluadora del rendimiento escolar, en el que los alumnos de cultura minoritaria se encuentran en clara desigualdad de condiciones. Y es precisamente por esta causa por la que deseamos plantear una serie de ejes básicos con el objetivo de ayudar en la verdadera construcción de una escuela inclusiva en la que todos y todas tengan cabida, puedan participar en igualdad de condiciones y con la que se sientan identificados, ya que la presencia de la educación intercultural en la escuela no se limitará en ningún caso a una mera inclusión de contenidos referidos a las distintas culturas de los alumnos (algo que también habrá que realizar), sino a un proceso integral de análisis y reflexión, a partir del cual se impliquen todos los elementos de la comunidad (Merino, Leiva y Pedrero, 2012).

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